En octubre de 2023 presenté mi segunda tesis doctoral, en el programa de Ciencias de las Religiones de la Universidad Complutense, Pueblos, lenguas y cambio cultural en el Mediterráneo Occidental de los siglos V al X. Se publicó en Valencia, por Ultreia, el libro Dominio y lenguas en el Mediterráneo Occidental hasta los inicios del español. Con ello traté de dar respuesta a una serie de preguntas que me habían quedado desde la presentación de mi primera tesis doctoral, también en la Universidad Complutense, en 1969, en aquella ocasión en el área de Filología Románica y publicada como Poesía narrativa árabe y épica hispánica por editorial Gredos. Podría valer como indicación de la continuidad de la investigación el hecho de que ambas tesis fueron dirigidas por arabistas, ambos miembros de la Real Academia de la Historia; la primera por Elías Terés Sádaba, la segunda por María Jesús Viguera Molíns. Estos años también me han permitido ampliar notablemente mi formación en arqueología, en Tejas con el magisterio de Carolyn Boyd y el grupo de Shumla y en Jerusalén con el apoyo del Instituto Español Bíblico y Arqueológico y de Polis. Me han convencido también, sobre todo, de que la necesidad de aprender lleva siempre a nuevas simas de desconocimiento y, de nuevo, hacia arriba, no como Sísifo, sino como los maestros que nos enseñan el camino.
Tuve ocasión de ofrecer en este cuaderno de bitácora una descripción del contenido del libro Dominio y lenguas, por lo que no volveré sobre ella (Francisco A Marcos-Marín: July 2023 (fmarcosmarin.blogspot.com). Como mi investigación no ha terminado, me ha parecido oportuno recoger en este mismo marco de referencia un resumen de los puntos que, de momento, parecen suficientemente consolidados y que sirven de partida para continuar el estudio sobre los inicios del español.
Esta enumeración resultará excesivamente sucinta a quien
no lea Dominio y lenguas y puede que en ese caso resulte menos útil. En
cambio, confío en que sirva de guía para la reflexión de quienes conozcan ese
libro. Por supuesto, lo que se enuncia como “bases” requiere el uso de la
bibliografía incluida en esa obra y es más amplio de lo que aquí se resume.
1. Estrato anatólico a través de Cerdeña de la población del
Norte de Iberia en el fin de la Edad del Bronce. Inmediatamente después la
cultura celta se constituye como la principal cultura indoeuropea en Iberia y
se amplía con la formación de la cultura celtíbera.
BASES: Investigación
propia apoyada en DNA, Arsuaga, Martín Almagro Gorbea.
2. A partir del 200 a.J.C. se incrementa el contacto entre
bereber y latín en el Norte de África. La influencia del latín es muy superior
a lo que se pensaba tradicionalmente y hay que tener en cuenta propuestas
propias para la explicación de la sustitución posterior de préstamos latinos o
griegos por árabes.
BASES: Bibliografía
sobre el bereber que amplía y corrige los escritos tradicionales de Schuhardt y
Wagner. Investigación propia, con la adaptación al español y su inclusión en una
amplia tabla comparativa de español, bereber, latín y romances italianos.
3. La cristianización de Hispania se produjo sobre todo
desde África.
BASES; Historia de la
iglesia española, investigación propia sobre santos africanos en Hispania y
lugares de culto.
4. La lengua fenicio-púnica perduró en el N. de África hasta
el siglo V J.C.
BASES: Investigación
propia apoyada en testimonios de San Agustín, De Vita, Historia de la Iglesia
Norteafricana.
5. A finales del siglo V los hablantes de euskera se
desplazan desde la Aquitania francesa, ocupan el territorio céltico de los
vascones y toman el nombre de éstos.
BASES: Lingüística:
Michelena, para la división dialectal, Abaitua y Unzueta, González Ollé. Histórica:
crónicas visigóticas y textos literarios que pueden reinterpretarse. Bio-Arqueológica:
excavaciones de tumbas de guerreros euskéricos, DNA, Arsuaga: “No es que
los vascos tengamos un gen que los demás no tienen, es que no tenemos un gen
que tienen otros pueblos del área”.
6. La lengua latina (incluyo los posteriores romances
afrorrománicos e iberorrománicos), además de en Hispania, se instala y se
mantiene en el Norte de África, desde la Africa Prouincia hasta la Mauretania
Tingitana (parte de la diocesis Hispaniae de Diocleciano), es lengua de la
administración, el comercio, la epigrafía, la literatura y amplias zonas
geográficas bilingües hasta el Atlas. El bilingüismo con el bereber está activo
en el siglo VIII y se mantiene en algunos lugares hasta los siglos XI y XII.
BASES: Actas de la
iglesia vándala, estudios bizantinos, literatura latina, patrística, tesis de
Villanueva para Mauritania, epigrafía, noticias de geógrafos árabes.
7. Los bereberes norteafricanos conformaron la mayor parte
de los movimientos humanos que acompañaron la conquista de Hispania y la
formación de Alandalús. Estos bereberes hablaban bereber y romance
afrorrománico y la mayoría no hablaba árabe. Las hablas afrorrománicas
estuvieron activas en la península ibérica al menos hasta el último tercio del
siglo VIII y deben tenerse en cuenta para estudiar la formación de los romances
ibéricos, especialmente el andalusí y para los estudios antroponímicos y
toponímicos.
BASES: La
investigación propia se apoya en arqueología, toponimia, Oliver Asín, Zozaya,
María Jesús Viguera e historiadores en número creciente.
8. A principios del siglo VIII la construcción del islam
como religión se encontraba en estado incipiente, recién terminada la edición
del Alcorán por los Omeyas. La construcción del Islam como institución,
realizada sobre todo por los abbasíes, apenas había comenzado. El proceso de
arabización, islamización y orientalización de Alandalús fue un proceso lento y
gradual, que sólo toma forma a finales del siglo VIII con el emirato omeya y no
se consolida hasta el X con el califato omeya.
BASES: La
investigación propia se apoya en la numismática (Ariza Armada, Tawfiq
Ibrahim), textos cristianos en árabe y latín (investigación propia en la
Biblioteca Apostólica Vaticana apoyada en D’Ottone Rambach y Monferrer), economía
(Chalmeta), historiadores (Viguera, Fierro, Manzano, González Ferrín,
entre muchos), léxico (Simonet, Asín, Corriente, Ferrando).
9. En la primera mitad del siglo VIII los bereberes,
hablantes bilingües de afrorrománico, llegan a Pancorbo y son contenidos por
los vascones euskerizados. No pueden ir hacia el Este, dominado por los
hispano-andalusíes Beni Qasi (hijos de Casio) y se extienden hacia el oeste, al
norte del Duero.
BASES: investigación
propia sobre el terreno, para precisar datos de arqueología, arquitectura y
toponimia.
10. En la zona alta del Ebro, entre la Bureba y la Rioja,
entran en contacto afrorrománico, iberorrománico y vascorrománico y se inicia
el romance castellano, con variantes dialectales tan diferenciadas como la
riojana, la soriana y la burgalesa.
BASES: modificaciones
de conclusiones de la Filología tradicional por investigación propia sobre el
terreno con apoyos en Oliver Asín y Alarcos Llorach.
11. Parece oportuno ampliar los datos sobre el romance
andalusí teniendo en cuenta la presencia del afrorrománico en su etapa inicial.
También hay que tener en cuenta que el romance andalusí, mal llamado mozárabe,
pervivió hasta el siglo XII y el árabe andalusí hasta el XV-XVI y que en esos
siglos necesariamente pasaron por procesos de cambio.
BASES: Las
investigaciones propias se apoyan en autores tradicionales como González Palencia
y modernos como Corriente y Ferrando.
12. En el último capítulo se exponen algunos rasgos del
afrorrománico que constituyen un primer esbozo de gramática histórica del
mismo. Puede destacarse que los datos fonéticos, los mejor conocidos, permiten
pensar en una división dialectal del afrorrománico, aunque en la tesis no se
postula un número posible de dialectos. También se señalan rasgos propios del
iberorromance, especialmente de la primera etapa del castellano, anterior al
siglo XIII. Lo más destacable fonéticamente es que se trataba de una lengua isoacentual,
no isosilábica como el español moderno, con siete timbres vocálicos, en los que
las vocales medias abiertas tónicas alternaban con diptongos ascendentes con
segundo elemento variable como variantes combinatorias. En la sintaxis, la
tipología pasa a ser SVO o, quizás más precisamente, VO, porque el verbo puede
preceder o no al sujeto. Este rasgo, que se ha intentado explicar por
influencia del árabe, es también celta, por lo que puede corresponder a un
sustrato latino anterior. En el léxico destacan los romancismos en el árabe
andalusí, con incidencia literaria y, especialmente desde el siglo X, los
arabismos en los iberorromances.
BASES: Este capítulo,
junto con la investigación sobre latín y bereber, es probablemente el más
debido a investigación propia, basada sobre todo en Corriente, en
investigadores italianos sobre el afrorrománico y en Emilio Alarcos Llorach. En nota
se señalan algunas de las razones por las que este gran filólogo no desarrolló
más sus puntos de vista, para evitar confrontaciones con la Filología
establecida. Ahora me satisface ampliar esas ideas o apuntes suyos,
deliberadamente moderados, que no llegaron a propuestas, celebrar su memoria y
cerrar con ella el cuaderno de 2023, el centenario de su nacimiento.