Wednesday, July 10, 2013

La Lingüística y otras ciencias afines

Ferdinand de Saussure
Ferdinand de Saussure, el gran filólogo ginebrino, estableció, en la segunda década del siglo XX, una diferencia entre la lingüística interna y la lingüística externa. Más o menos paralelamente se estaban desarrollando corrientes de aplicación lingüística en relación con la Antropología o la Etnología, con la Psicología o con la ciencia de los signos, la Semiología. Todo ello estaba en relación con el interés por el lenguaje como rasgo específico humano. La Lógica, por supuesto, ya se había ocupado de ello desde los griegos.
1941 es la fecha que marca el cambio del mundo moderno. Es el año de la entrada de los Estados Unidos en la segunda guerra mundial. Muchas de las cosas que estaban ya en marcha (desde la desencriptación de los mensajes cifrados hasta la Física nuclear o la Cibernética, cambian en ese momento). También lo hace la Lingüística aplicada a las lenguas y su enseñanza y, con ello, se incrementa el interés por la relación entre el usuario y la lengua. Cuando se tiene que luchar también con una magistral propaganda bélica que se vale de cómo los usuarios y las lenguas interactúan,  es fundamental saber hacer cosas con palabras. 
Rosa de Tokio

Un ejemplo ampliamente usado por la cinematografía y por ello fácilmente reconocible son los programas radiofónicos de Rosa de Tokio, destinados a minar la moral de los soldados norteamericanos en el Pacífico. Ese interés por el usuario y cómo le afecta el uso lingüístico, más los desarrollos técnicos, hacen que ciertas disciplinas relacionadas con la Lingüística pasen a estar mucho más estrechamente unidas con ella. Muchos lingüistas se dedican a tareas y estudios en los que lo fundamental ya no es lo propiamente lingüístico, sino aspectos que correspondían a otras ciencias, la Psicología, la Neurología, la Física acústica, la Sociología, entre otras. En el marco estructural que se desarrolla a partir de la preferencia por la Lingüística interna, lo propiamente lingüístico es lo que se limita a la relación de un sonido con un sentido, un significante con un significado, una expresión con un contenido. La razón es porque así se define el signo lingüístico. La Pragmática es el estudio de la relación de la lengua con sus usuarios, como en el ejemplo de la propaganda bélica. Cuando digo que es una disciplina o ciencia diferente de la Lingüística, no quiero decir que no tenga elementos lingüísticos o que no los necesite. Tampoco quiero decir que sea menos importante, ni que piense que hay que preguntar algo similar al tópico "¿a quién quieres más, a tu papa o a tu mama?". También la Neurología necesita esos elementos lingüísticos y los neurólogos, con los que he trabajado bastante, no dicen que son lingüistas. En cambio, los que hacen Pragmática no se llaman a sí mismos pragmáticos, ni siquiera pragmatistas, sino lingüistas. Muchos de ellos, sin duda, también lo son, lo que no me convence es la confusión de lengua (es decir, sistema) y uso. Soy claro partidario de abordarlos por separado e interrelacionarlos (no hay más que ver lo que he escrito en mi vida); pero no de confundirlos. Pueden hacerse reflexiones diversas sobre lo que es Lingüística propiamente y la experiencia me dice que habrá quien no esté de acuerdo con quienes pensamos así. Afortunadamente, siempre hay alguien que piensa de otro modo. Prefiero hacer estas observaciones informalmente en este blog, porque no tengo ninguna posibilidad de ganar esta confrontación y el blog me proporciona un escenario personal, propio.
La primera de esas consideraciones es que, por ejemplo, la Fonética tampoco es Lingüística (en el sentido definido arriba, que exige la asociación de expresión y contenido), sí la Fonología. Claro que el fonema es una unidad de la expresión y no del contenido; pero es una categoría que permite establecer los valores del signo lingüístico: distinguimos mata de pata por el segmento inicial, al que llamamos fonema /m/ o fonema /p/. Mas no somos naturalmente conscientes de que en la producción del primero (en su sonido) usamos el resonador nasal y en el segundo no. En el estadio fonológico no nos importa que mata pueda ser verbo o sustantivo, referirse a la acción de quitar la vida o a una forma vegetal. Eso corresponde a otras partes de la Lingüística, como la Morfología o la Semántica. A sabiendas de que lo que podemos categorizar hoy estructuralmente está muy alejado de la realidad de la lengua neurológica (la única con base biológica), siguen importándome las formas, la geometría del lenguaje. La lengua es Fonología, Morfología y Sintaxis, por una parte, y Léxico, por otra. La estructura del léxico exige una combinación de Morfología y Semántica, una morfosemántica cuyo estudio (incluyendo el de la no-arbitrariedad del signo) me ha resultado tan atractivo durante tanto tiempo y al que he dedicado algunos trabajos, sobre iconicidad, en algunos casos, sobre etimología y desarrollo histórico, en otros. Es curioso, de las cosas que he ido poniendo en academia.edu, algunas de las más vistas son precisamente esas. Esas visitas y la selección que los usuarios hacen, me sorprenden. Está claro que entender al usuario no es lo mío.
Eugenio Coseriu
Por supuesto, tampoco pienso que lo fundamental del lenguaje sea la comunicación. Lo fundamental del lenguaje es la categorización del universo perceptible por los humanos, dentro de las leyes que gobiernan su mundo. La categorización del mismo modo es lo que hace posible la comunicación. Si yo categorizo un objeto plano como "mesa" y el lector como "techo" y otra persona como "suelo", jamás nos podríamos comunicar. Es preciso encontrar el modo de que esos tres objetos planos se categoricen de modo que sea reconocible y aceptable para todos, de ahí la extraordinaria importancia de la norma, en el sentido de Coseriu: lo que del sistema (de las amplias posibilidades estructurales de una lengua) es común a todos los hablantes. Por eso me interesa sobremanera la Física (y no se me ocurre convertirla en una disciplina lingüística).
La asunción de que nuestro universo (que es sólo una ínfima parte del Universo) está regido por una Física cuántica es esencial para entender un aspecto fundamental del lenguaje, el lenguaje como cambio. La lenguas cambian sencillamente porque pertenecen a estructuras que se rigen por leyes cuánticas, es decir, que simultáneamente son 0 y 1 y la determinación como 0 o como 1 depende de la observación, dicho sea simplificando de modo excesivo, sin duda. Es otra manera de decir que las lenguas viven en variantes y que la variación es constitutiva. Depende de la estructura, no de los usuarios. Lo que estos hacen es simplemente elegir entre las posibilidades del sistema.
Picasso por Braque
La Pragmática no es sino una reducción (avant la lettre, si se quiere) de ese principio. Cuando alguien dice "hay corriente", para conseguir que alguien cierre la puerta o la ventana, lo que está haciendo es, sencillamente, convertir su observación en la nueva realidad, la que se crea a partir del cierre de la puerta o la ventana. ¿Por qué así? Porque el elemento observado (= fijado, seleccionado como se quiera) era la corriente, no su causa. La observación de la causa depende de la interpretación del oyente que se mueve y cierra puerta o ventana, convirtiendo su observación en nueva realidad. Lo contrario será, por ejemplo, lo que hacen Picasso y Braque en el cubismo extremo, tratar de ofrecer todas las posibilidades sin elección alguna. Por eso la importancia del Arte en Lingüística, no porque el Arte sea Lingüística, sino porque ambos son Semiología, como lo es la Pragmática, al menos parcialmente. Que operemos con sistemas de signos no tiene por qué implicar que todos los signos sean idénticos, serán, como mucho, equipolentes.
Antonio Garcia Berrio
Conclusión, hay que leer a Antonio García Berrio. Sugiere más de lo que sabemos conscientemente.

Y, desde luego, se recomienda muy encarecidamente ver el video anexo. No se dice más. [Este párrafo se refería al video original, que lamentablemente no sé cuál era y el sistema cambió sin que me diera cuenta. Me disculpo].

PS: Algunos lectores, amablemente, esperaban que dijera algo más. Gracias. Si vivo, seguiré escribiendo. Tengo interés, por lo tanto, en continuar.

La consideración de la Pragmática se desarrolla en la página titulada Lingüística y Pragmática
Las reflexiones sobre el Curso de Lingüística General se encuentran en la nota sobre su centenario, en 2016.