La tradicional confusión hispana de la realidad con los deseos había dibujado un panorama en el que los latinos se configuraban como los determinantes del futuro político de los EUA, los grupos de presión hispanos se preparaban para ir ocupando nuevos puestos y establecer influencias y territorios nuevos. Las listas de latinos que se suponía ocuparían puestos de responsabilidad, patrocinadas por instituciones como el Latino Victory Project o la National Hispanic Leadership Agenda, pasarán a papel mojado. Las perspectivas económicas y los contratos anhelados por grupos latinos siguen en el terreno virtual. Lo que ocurre es que la conjunción de votantes no blancos sumados a los blancos que estamos por la Fraternidad junto a la Libertad y la Igualdad ha tenido que ceder ante el voto blanco conservador, mayoritariamente basado en niveles medios y bajos de renta y de educación: el voto de la América oculta que se ha cansado, al parecer, de un sistema que sólo contaba con ellos pasivamente.
El principio que rige la atención al ciudadano, en español y en otras lenguas, está marcado por un conjunto de disposiciones legales de diverso rango, que deben enfocarse como justificación legal de traductores e intérpretes. Dos de esos principios se encuentran en las diez primeras enmiendas a
La Ley Federal de Derechos Civiles (Civil Rights Act)
publicada el 2 de julio de 1964 (Pub.L.
88-352, 78 Stat. 241, July 2, 1964) fue el paso
definitivo hacia el reconocimiento de los derechos de las minorías y contra su
discriminación. El título VI merece destacarse, porque ha sido la
base que ha permitido sostener los esfuerzos de los servicios públicos en
español: impide la discriminación por organismos (agencias) del Gobierno que
reciban financiación federal. Si se demuestra que uno de estos organismos ha
violado el título VI, puede perder la financiación federal. En el futuro
inmediato está previsto intensificar el recurso a él por los pacientes de hospitales, que
reciben buena parte de sus fondos del gobierno federal, puesto que así se explícita (42 U.S.C §§ 2000d - 2000d-7, TITLE 42 - The Public Health and
Welfare, SUBCHAPTER V - FEDERALLY ASSISTED PROGRAMS Sec. 2000d.): “prohibición contra la exclusión de la
participación o la denegación de beneficios y la discriminación en el marco de
programas con financiación federal por razones de raza, color o nacionalidad
originaria”. El concepto de
“nacionalidad originaria” es el que más importa aquí, puesto que se entendió
desde el principio que lleva implícito el de diferencia lingüística y, por
tanto, conocimiento limitado de la lengua inglesa. Otras series de decretos y normas han ido regulando distintos aspectos, como la actuación de traductores e intérpretes en los tribunales. La última gran mejora de la atención
lingüística se promulgó en 2000, mediante un decreto del presidente Bill Clinton
(Presidency of the United States, Executive Order 13166, ‘Improving Access to
Services for Persons with Limited English Proficiency,’ August 11, 2000)[1]. En la sección primera, al definir sus propósitos, se afirma que “El
Gobierno Federal proporciona y financia un conjunto de servicios que pone a
disposición de personas que podrían ser beneficiarias de ellos, pero que no son
competentes (proficient) en la lengua inglesa. El Gobierno Federal se
compromete a mejorar el acceso a estos servicios para las personas con
competencia limitada en inglés" (las siglas en inglés son LEP, “limited English
proficiency”). El Gobierno hace explícito al mismo tiempo que este compromiso
va unido al desarrollo de programas para el aprendizaje del inglés. Importa
destacar que lo que se resalta es el acceso de todos a los servicios que las
instituciones o agencias federales ofrecen, independientemente de su
competencia lingüística, es decir, en plena coherencia con el espíritu de las
disposiciones sobre la traducción y el uso lingüístico que se han ido
presentando.
En suma, los ciudadanos y
residentes de los Estados Unidos están protegidos por una legislación
lingüística rica y compleja. Hasta hace poco, el público no ha tenido una
conciencia clara de ello. Cada vez más, se invierte esta situación, los
afectados recurren más y las instituciones se cuidan cada vez más de ofrecer
este servicio público. Esta protección se apoya, sobre todo, en el gobierno federal. Tras las elecciones de 2016 el nuevo gobierno republicano controla las dos cámaras y tiene además la posibilidad de completar a su gusto los nombramientos pendientes del Tribunal Supremo, lo que llevaría la tesis de los tres poderes a sus límites teóricos. Las consecuencias sobre las lenguas distintas del inglés pueden ser grandes.
Sesenta y cinco organismos federales, más las Fuerzas Armadas y las Agencias de
Seguridad, que tienen sus programas lingüísticos, hacen que el número de organizaciones
federales que ofrecen servicios lingüísticos en español sea muy elevado. Considérese
también, de todos modos, que estos servicios se suelen ofrecer de manera
incompleta. Cuando se accede a los portales de internet de muchas de estas
organizaciones, puede ocurrir que sólo una parte de la información esté en
español y se advierta de la que sólo se encuentre disponible en inglés. Todas las agencias
federales y estatales tienen portales de atención al ciudadano. Las listas completas están disponibles en www.usa.gov/gobiernousa/Agencias/index.shtml (federales) y https://gobierno.usa.gov/agencias-estatales (estatales y locales). Aunque a veces los portales son plurilingües y ofrecen su
información en lenguas como el chino o el árabe, lo habitual es que las dos
lenguas empleadas sean el inglés y el español. Esta preferencia lingüística es
general y se refleja en todo tipo de actividades,
como, por ejemplo, la campaña contra el manejo de automóviles en estado de ebriedad. Para
ayudar a elevar el conocimiento sobre la campaña, el Congreso de los Estados
Unidos aprobó para la Administración Nacional de Seguridad
del Tráfico en las Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés) la suma
record de catorce millones de dólares para producir anuncios de ámbito nacional
y colocarlos en programas nacionales de radio y televisión en español e inglés
para que estos coincidan con la Campaña Nacional para Tomar Medidas
Drásticas Contra los Conductores Ebrios. Volviendo a internet, muchos de esos
portales bilingües, sin embargo, ofrecen en español la página de entrada y
luego advierten que algunas de las informaciones sólo están disponibles en
inglés, de manera que, cuando se entra en ellos hay que estar preparado para
encontrar el camino clausurado un poco después.
Parada cardíaca |
Los interesados en estos temas pueden también leer:
"Consecuencias lingüísticas del Brexit"
y, para algunos aspectos relacionados, de la serie de los mitos:
Algunas realidades del español de los Estados Unidos de América
[1] Este decreto, típico de la imagen ejecutiva norteamericana, está
firmado “a bordo del Air Force 1” ,
el avión presidencial: el Presidente no descansa.