La Universidad Europea del Atlántico, en Santander, me hizo el honor de nombrarme padrino de los grados en Educación Primaria, Lenguas Aplicadas, Traducción e Interpretación y el Máster Universitario en Formación del Profesorado. Es una consecuencia del trabajo conjunto que la UNEAT desarrolla con RIUSS, el Research Institute of United States Spanish, por lo cual entiendo que en realidad es un honor que se confiere a RIUSS y que contribuye a estrechar las relaciones institucionales.
Con este motivo, el 24 de junio de 2022 tuve ocasión de presentar algunas ideas sobre lo que supone el paso de estudiante a profesional, ideas que pueden tener cabida en este cuaderno y que, además, me sirven para expresar mi agradecimiento personal y como miembro de RIUSS.
Intervenir en un
acto tan alegre como una graduación tiene que ser un motivo de satisfacción,
hombres y mujeres de varias ramas del conocimiento finalizan un ciclo de
estudio y se enfrentan a una nueva etapa de su vida. Dejarán de poner en primer
lugar lo que escribieron o pensaron otros y tendrán que salir adelante con su
propio trabajo y sus propios saberes. Estos años recientes de sus vidas les han
aportado sin duda conocimiento; pero me gustaría detenerme ahora en una
aportación en la que se suele pensar menos cuando celebramos triunfos
individuales: la conciencia de que todo sale mejor y es más fácil cuando lo
hacemos entre varios, si no entre todos. Quien salga a la calle desde estas
aulas sabiendo que forma parte de un equipo tendrá ganada ya una más clara
entrada a su futuro. Hablo de un equipo en un sentido amplio, sin necesidad de
concretarse en un puñado de nombres. Mañana podré recurrir a Valeria, pasado a
Pedro, dentro de unos meses serán Matilde y Gerardo quienes más y mejor me
ayuden. Los años pasan y con ellos las rivalidades y la testosterona, o su
equivalente femenino. Poco a poco se va consolidando una sensación de
pertenencia a una generación, a un grupo emparentado por una formación común y
por unos ideales compartidos, las discusiones se leerán de otro modo. Si lo
hacemos bien, todo será más divertido, siendo siempre también eficaz y seguro.
RIUSS en UNEAT |
Recordando un
poema de Antonio Machado en Soledades, iré más allá de la monotonía del tiempo
de aprendizaje, para resaltar su aspecto comunitario:
Y todo un coro
infantil
Va cantando la
lección:
“mil veces ciento, cien mil,
Mil veces mil, un millón”.
Mil veces mil
felicidades a quienes hoy terminan para empezar de nuevo. Digámosles por qué
con Mario Benedetti:
Porque la vida es
tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has
querido y porque te quiero
Porque existe el
vino y el amor, es cierto
Porque no hay
heridas que no cure el tiempo.