Sunday, June 26, 2022

Época de graduaciones


 Por distintas causas, que van desde la recuperación de tradiciones al mimetismo de las costumbres norteamericanas, el fin del ciclo de estudios se celebra cada vez más en España. Dar a los estudiantes que se gradúan la oportunidad de reunirse con familias y profesores es positivo y la experiencia indica que el ambiente que se crea es, en general, muy agradable.

La Universidad Europea del Atlántico, en Santander, me hizo el honor de nombrarme padrino de los grados en Educación Primaria, Lenguas Aplicadas, Traducción e Interpretación y el Máster Universitario en Formación del Profesorado. Es una consecuencia del trabajo conjunto que la UNEAT desarrolla con RIUSS, el Research Institute of United States Spanish, por lo cual entiendo que en realidad es un honor que se confiere a RIUSS y que contribuye a estrechar las relaciones institucionales.

Con este motivo, el 24 de junio de 2022 tuve ocasión de presentar algunas ideas sobre lo que supone el paso de estudiante a profesional, ideas que pueden tener cabida en este cuaderno y que, además, me sirven para expresar mi agradecimiento personal y como miembro de RIUSS.


Intervenir en un acto tan alegre como una graduación tiene que ser un motivo de satisfacción, hombres y mujeres de varias ramas del conocimiento finalizan un ciclo de estudio y se enfrentan a una nueva etapa de su vida. Dejarán de poner en primer lugar lo que escribieron o pensaron otros y tendrán que salir adelante con su propio trabajo y sus propios saberes. Estos años recientes de sus vidas les han aportado sin duda conocimiento; pero me gustaría detenerme ahora en una aportación en la que se suele pensar menos cuando celebramos triunfos individuales: la conciencia de que todo sale mejor y es más fácil cuando lo hacemos entre varios, si no entre todos. Quien salga a la calle desde estas aulas sabiendo que forma parte de un equipo tendrá ganada ya una más clara entrada a su futuro. Hablo de un equipo en un sentido amplio, sin necesidad de concretarse en un puñado de nombres. Mañana podré recurrir a Valeria, pasado a Pedro, dentro de unos meses serán Matilde y Gerardo quienes más y mejor me ayuden. Los años pasan y con ellos las rivalidades y la testosterona, o su equivalente femenino. Poco a poco se va consolidando una sensación de pertenencia a una generación, a un grupo emparentado por una formación común y por unos ideales compartidos, las discusiones se leerán de otro modo. Si lo hacemos bien, todo será más divertido, siendo siempre también eficaz y seguro.

RIUSS en UNEAT        
He tenido la experiencia de trabajar con profesores y alumnas de esta universidad. He disfrutado, lo cual puede parecer fácil por aquello de “juventud, divino tesoro”, y he aprendido. Lo segundo no debe sorprender, quien abraza la profesión educativa se sumerge en un proceso de aprendizaje que dura toda la vida. Prepárense, sin miedo, a que les ocurra lo mismo. ¡Cuánto ilumina una mirada nueva sobre un problema viejo! No hace falta tener razón, muchas veces basta con ver mejor y, en eso, la cooperación es ayuda imbatible.

Recordando un poema de Antonio Machado en Soledades, iré más allá de la monotonía del tiempo de aprendizaje, para resaltar su aspecto comunitario:

    Y todo un coro infantil

    Va cantando la lección:

    “mil veces ciento, cien mil,    

     Mil veces mil, un millón”.

Mil veces mil felicidades a quienes hoy terminan para empezar de nuevo. Digámosles por qué con Mario Benedetti:

    Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo

    Porque lo has querido y porque te quiero

    Porque existe el vino y el amor, es cierto

    Porque no hay heridas que no cure el tiempo.