FMM y CBF (2016) |
Técnicamente,
ADMYTE innovó técnicas de tratamiento de imágenes fotográficas analógicas y
digitales. El sistema había sido iniciado por la NASA en los años setenta y
aplicado a estudios de ciencias biológicas y astronomía especialmente. En las Humanidades el paso
a imágenes digitalizadas desde celuloide se utilizaba en Historia del Arte. En
1990 el costo de una máquina digital de cierta fiabilidad, no superior a un
buen teléfono inteligente actual, se cifraba en unos treinta mil dólares. Para
ADMYTE se utilizó inicialmente el sistema analógico, con una película
reversible de color en formato 24 x 36, de grano ultrafino, que da una
resolución muy superior a la capacidad de digitalización del momento. Para la
digitalización se recurrió a escáneres de diapositivas con una resolución de
4096 puntos por pulgada, 3850 x 5800 puntos en cada diapositiva, capaces de
diferenciar 16.777.216 colores (24 bit por punto, 8 por cada color RGB).
Resumiendo, cada página ocupa 16,75 Mb. Esto ha permitido almacenar estas imágenes
y que sigan siendo aceptables muchos años después. De este modo se pudieron realizar procesos
de corrección del color y corrección de imagen sin pérdidas apreciables de la
calidad. La BNE dispuso desde entonces de una base de datos de incunables con
imágenes de alta resolución. Para almacenar estas imágenes fue preciso
desarrollar nuevos algoritmos de compresión de imágenes en color, basados en
procesos matemáticos que utilizan la transformada rápida de Fourier. Gracias a
ello cada imagen se pudo reducir de 16,75 Mb a unos 800 Kb, lo que permitía proyectarlas en pantalla, con la tecnología disponible en 1992. Téngase en cuenta
que, para el tratamiento posterior, en el proceso previo a la edición del CD-ROM, las imágenes se guardaban
en discos ópticos WORM de 940Mb, en los que se almacenaban 1100 imágenes por
disco. Al tratarse de incunables, es decir, de impresos anteriores a 1501, la mayor parte de las
imágenes son en blanco y negro. Para el tratamiento de las imágenes en
color se desarrollaron procedimientos especiales.
Además de la información textual, ADMYTE incluía programas complementarios y la nueva versión, mejorada, de las bases de datos de BOOST, Bibliography Of Old Spanish Texts. Dos de los programas complementarios eran externos, UNITE y TACT. El primero era la última versión de una serie de programas para la edición crítica electrónica que se había aplicado en la edición unificada del Libro de Alexandre. En esa edición se unificó por primera vez digitalmente un texto completo conservado en diversdas variantes, con todas las fases de la collatio, la comparación entre manuscritos y la información para la recensio, es decir, los datos que el crítico necesita para editar críticamente (https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/libro-de-alexandre--0/html/.) El segundo era el sistema de recuperación textual de la Universidad de Toronto, que incluía una ampliación, una novedad muy útil para la filología española: entre los sistemas de codificación textual reconocidos se incluía el del HSMS, lo que permite trabajar con los textos de Madison y los incunables de la BNE incluidos en ADMYTE.
Hoy día estamos
tan acostumbrados a trabajar con versiones digitales y tantas bibliotecas
ofrecen buena parte de sus catálogos en formato digital, que es difícil darse
cuenta de lo que ADMYTE supuso hace treinta años. No existía nada ni siquiera
parecido. Tampoco existía la web. Hace ya muchos años que MICRONET ofrece
ADMYTE en la red; pero los obstáculos para llegar a ello fueron numerosos,
empezando por la resistencia de las bibliotecas a poner sus fondos a
disposición de todo el público, por temor a la pérdida del control. Ha hecho
falta crear toda una legislación de protección de datos y derechos para llegar
al estado actual. También pueden recordarse algunos de esos obstáculos. Hoy lo hacemos con humor; pero en su momento hubo que convencer a los políticos de turno de que sus asesores se equivocaban cuando decían que el CD-ROM era un medio que nunca podría triunfar, por su precio, o que Windows era un sistema operativo que "como todo el mundo sabía", no tenía ningún futuro. Dios nos guarde siempre de los falsos profetas.
Los cuatro filólogos que estuvimos en el desarrollo de ADMYTE, Charles B. Faulhaber, de la Universidad de California en Berkeley, John Nitti, del HSMS de la de Madison, Wisconsin, Ángel Gómez Moreno, de la Complutense y yo mismo, de la Autónoma de Madrid y la Sociedad Estatal, coincidiríamos en que, después de treinta años, la necesidad que motivó ADMYTE es la que se ha adaptado perfectamente a las exigencias y posibilidades digitales actuales. ADMYTE se desarrolló a partir de la idea de ampliar y mejorar BOOST, la Bibliografía de textos españoles antiguos. Hoy día las lenguas romances ibéricas cuentan con PhiloBiblon, en la Universidad de California, Berkeley, https://bancroft.berkeley.edu/philobiblon/, con la colaboración de dos universidades españolas, Pompeu Fabra y Barcelona y la Fundación Ignacio de Larramendi, además de investigadores de universidades de todo el mundo. A BETA, BITAGAP y BITECA se ha añadido BIPA, la Bibliografía de la Poesía Áurea. El objetivo inicial, por tanto, se ha cumplido y superado ampliamente.
ADMYTE(R) y UNITE(R) son marcas registradas propiedad de Francisco Marcos Marín.