Monday, May 15, 2017

Historia verdadera de los orígenes del español: Desenfoque y mitos.

Entre el 11 y el 14 de mayo de este año de 2017 se celebró en Kalamazoo, Michigan, el International Congress on Medieval Studies, el quincuagésimo segundo. Es una cita a la que muchos acudimos con la alegría de reencontrarnos con amigos a los que no vemos en otros foros y porque el ambiente y la hospitalidad son extraordinarios. Es también una oportunidad de hacer presente, en alrededor de un centenar de comunicaciones, la pervivencia y el interés del hispanismo como tarea de investigación y enseñanza. Son varios los marcos o asociaciones que apoyan este evento. En el caso que se presenta se trata de una de las sesiones patrocinadas por el Hispanic Seminary of Medieval Studies, la centenaria institución originada en Madison, Wisconsin, que ha mantenido una trayectoria ejemplar durante su existencia.

La formación del español y su “eclosión” en el siglo X en las Glosas Emilianenses implican una buena cantidad de mitos y visiones desenfocadas de la realidad histórica y lingüística de la Península Ibérica, las Islas Baleares y las provincias romanas de África. Sigue siendo necesario referirse a la pervivencia del mito biologicista; pero en esta presentación se atenderá con la brevedad requerida por este medio lo que se caracterizará, en principio, como un desenfoque y tres mitos.


El desenfoque se refiere a la idea dominante de que Hispania era una parte central y principal del Imperio romano y que África era un centro secundario, irrelevante y que no tuvo consecuencias, porque no hay lenguas romances africanas o afro-románicas. La revisión histórica obliga a pensar lo contrario. La incorporación de Hispania a Roma se produjo como consecuencia de las guerras púnicas, es decir, de la necesidad de aplastar el poder económico y militar de Cartago y sustituirlo por el de Roma. La romanización y latinización del Norte de África, en sus cuatro provincias: Africa, Numidia, Mauretania Cesariense y Tingitana dio lugar, empezando por la reconstrucción de Cartago, a centros culturales y económicos vitales para la supervivencia de Roma, que dependía de la agricultura africana, no de la hispana. Las relaciones entre Hispania y el hoy Magreb fueron constantes hasta la conquista musulmana y la línea principal de influencia no tuvo el sentido Hispania > África, sino más bien el opuesto.

Tres mitos han condicionado la visión de España, sus características, su formación y su desarrollo medieval. El primero de ellos es el del vascuence como lengua prerromana. Los vascones de Estrabón eran celtíberos. Los hablantes de euskera, como grupo para establecerse, llegaron a Hispania en el siglo VI después de Jesucristo, poco más o menos cuando los visigodos iban cambiando el reino de Tolosa por el de Toledo, contra el segundo mito, el de la temprana instalación de los visigodos en Hispania. Los visigodos entraron en la Península Ibérica en el siglo V d. JC en varios momentos, para expulsar a los vándalos, por ejemplo; pero mantuvieron su capital en Tolosa, hoy Toulouse, en Francia. Su instalación con centro en Toledo se produjo también en el siglo VI d. JC. La causa, en ambos casos,fue el empuje de los francos y sus victorias. Mientras que la Galia cambió su nombre por el de los conquistadores germánicos: Francia, porque estos conservaban su lengua germánica, Hispania, que recibió a unos visigodos hablantes de latín tras varios siglos dentro de las fronteras del Imperio, mantuvo el suyo y no se llamó Gotia. Eso, adviértase, no hace a los visigodos ni a los hispano-romanos "españoles", su percepción del mundo y su proyección de la vida desde esa percepción hacia un futuro, su vividura, no eran las que caracterizarán a los españoles siglos más tarde.
Kahina o Dihya, Khenchela, Argelia
El tercer mito, de consecuencias más graves, es el de la conquista de Hispania por musulmanes arabófonos. Quienes llegaron a la Península Ibérica en 711 no podían saber árabe, porque no había tenido tiempo para aprenderlo. Conviene recordar también que la conquista musulmana del Mogreb o noroeste africano no fue sencilla. No sólo Cartago tuvo que ser conquistada tres veces, sino que todavía se mantiene el mito de Dihya (Daya Ult Yenfaq Tajrawt), llamada al-Kâhina 'la sacerdotisa profetisa' en árabe, a quien se atribuye entre los bereberes hasta hoy la oposición a los conquistadores árabes y una resistencia legendaria, plasmada en la literatura oral.
La conquista de Hispania se inició ese año 711 a partir de Ceuta, una ciudad del Imperio bizantino, donde se hablaba latín desde hacía siglos, por grupos de bereberes latinizados que no podían saber árabe, salvo en los casos de sus jefes, como Tariq, que tendrían que comunicarse con los directores de la operación, musulmanes árabes como Muza. Al-Andalus se fue convirtiendo en una parte del mundo árabe-musulmán en un proceso que duró algún tiempo, lo que no impide aceptar que la incorporación de Al-Andalus a ese mundo fue completa, sin que tenga sentido seguir hablando de “España musulmana” o “islam cristianizado”. Los musulmanes africanos llevaron sus variantes afrorrománicas en la conquista y eso facilitó la comunicación con los iberorromanos.

Cuando el árabe se impuso, a lo largo del siglo VIII, esas variantes afrorrománicas e iberorrománicas fueron desapareciendo del territorio andalusí; pero al norte, el choque de euskaldunes, vasco-latinos, hispano-latinos y afro-románicos en la zona de la Bureba, entre Burgos, Vasconia y La Rioja, propició el desarrollo de variantes integradas de intercomprensión. La llegada posterior de los andalusí-románicos se sumó y permitió la formación verdadera de la lengua que a finales del siglo XV llegó a ser el español. 


PARA IR MÁS LEJOS

No es misión de este cuaderno presentar los temas en toda su complejidad, para eso está la bibliografía científica. El tema tratado aquí implica una serie de consecuencias tan graves como la necesidad de reescribir la Historia de la lengua española desde la Prehistoria hasta al menos el siglo X J.C. Por ello se ha considerado conveniente introducir algunas referencias, mínimas, para seguir avanzando: 

González Ollé, Fernando (2016): «Vascones y vascuence. Historia (para romanistas) de una relación», Revista Iberoamericana de Lingüística, 11, 35-172.

Marcos Marín, Francisco (2016): «Los posibles contactos africanos del romance andalusí», Antes se agotan la mano y la pluma que su historia. Magis deficit manus et calamus quam eius hystoria. Homenaje a Carlos Alvar, I, San Millán de la Cogolla, Cilengua, 199-216.